Antes de que existiera el Candy Crush, antes de que los Angry Birds volaran por nuestras pantallas táctiles, hubo un juego que marcó el inicio de los videojuegos en teléfonos móviles: Snake. Para muchos fue el primer videojuego de móviles y, aunque no lo fue del todo sí fue el que popularizó la idea de que un teléfono podría ser también una consola.
Realmente, el origen de Snake es anterior a Nokia. La primera versión del juego apareció en 1976, creada por Gremlin Industries bajo el título Blockade para máquinas recreativas. Poco después, tuvo clones en ordenadores de 8 bits e incluso en calculadoras programables en los años 80. La mecánica era sencilla pero adictiva: controlar una línea (la “serpiente”) que crece cada vez que come, evitando chocar contra paredes o contra sí misma.
Cuando Nokia decidió incluirlo en sus teléfonos en 1997, con el Nokia 6110, lo que hicieron fue rescatar esa idea clásica y darle nueva vida en la palma de la mano. La pantalla monocromo verde, los controles con el teclado y el pitido simple como efecto de sonido fueron suficientes para convertir a Snake en un fenómeno mundial.
Entonces, ¿fue el primer videojuego de móviles?
No exactamente. Ya en 1994, IBM Simon (considerado el primer “smartphone”) incluía pequeños programas y puzzles básicos. Otros fabricantes japoneses habían experimentado también con minijuegos en móviles antes que Nokia.
Pero Snake sí fue el primer juego masivo en móviles: venía preinstalado de serie, era fácil de entender y no necesitabas nada extra. Eso lo convirtió en un título que, para millones de personas, representó el nacimiento del “gaming móvil”.
Snake fue un éxito inesperado. De repente, los tiempos muertos en el bus o en la sala de espera del dentista se llenaban de partidas rápidas. Su simplicidad lo hacía universal: cualquiera podía jugar, desde niños hasta adultos que nunca habían tocado una consola.
Se calcula que más de 400 millones de teléfonos Nokia (¡que se dice pronto!) incluyeron alguna versión de Snake. Hubo incluso secuelas y variaciones (como Snake II, con túneles y mejores gráficos en el Nokia 3310), pero la esencia siempre era la misma: aguantar lo máximo posible sin morderte la cola.
Actualmente los Nokia clásicos ya son prácticamente piezas de museo, pero Snake sigue vivo. Existe infinidad de versiones en navegadores web, en la App Store y en Google Play, e incluso hay reediciones oficiales de Nokia: el relanzamiento del Nokia 3310 de 2017 incluyó una nueva versión de juego, adaptada a pantallas a color.